Desde el punto de vista teórico y geométrico, el punto no tiene dimensiones. Desde el punto de vista artístico, el punto puede ser de distintos tamaños, formas, texturas, colores.
El puntillismo o divisionismo es una técnica pictórica que consiste en representar la luz mediante la aplicación de puntos que, al ser vistos desde una cierta distancia, componen figuras y paisajes bien definidos.
Cada uno de los puntos que componen la obra tienen un tamaño similar, de forma que el espectador piensa que está viendo una imagen. Cuando el artista concentra una mayor cantidad de puntos, la zona del cuadro tiende a parecer más oscura, en cambio los espacio donde los puntos están separados, pueden parecernos más luminosos.
A pesar de que el puntillismo es
considerado como la corriente continuadora del Impresionismo, se aleja de éste
en la concepción sobre las formas y los volúmenes.
Uno de los seguidores de la técnica
del puntillismo fue PaulSignac (1863-1935),
quien introduciría ciertos cambios. Transforma los pequeños puntos en
pinceladas más amplias aportando mayor dinamismo a los cuadros. Publicó una
obra llamada Delacroix au neo-impresionismo donde muestra su entusiasmo por la
fusión de arte y ciencia, de sentimientos y técnica.
De sus obras destacamos El retrato
de Feneon (1880), Saint-Tropez o El castillo de los papas, estas dos últimas
inspiradas en sus viajes por el Mediterráneo, escenario de gran parte de su
vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario