Al hablar de mosaicos árabes nos referimos a las composiciones de cerámica, rigurosamente geométricas, dibujadas en altos zócalos de palacios o mezquitas que tuvieron su cuna en tierras hispánicas o africanas.
También los artesonados de madera y yeserías (grabados en yeso), mudéjares o nazaríes, participan de estas complejas composiciones geométricas, llamadas trazas de lacería, donde las líneas que dibujan no lo son tal, sino una especie de cinta que a modo de lazo van entrecruzándose unas sobre otras, conformando entre ellas calles que definen formas muy diversas con sus propios nombres.
Por ejemplo, a la estrella poligonal donde confluyen las calles se le llama curiosamente sino, otras son azafate, candilejo, almendrilla,…
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