Del papel a 3D

En entradas anteriores hemos hablado de las texturas, las cuales otorgaban a las obras de arte expresividad, creando contrastes entre las diversas partes de un cuadro, e incluso pueden otorgar a la obra profundidad y relieve.

En este caso vamos a plantear algo parecido pero sin utilizar texturas, solo lapices, papel, cartulinas y tijeras.


Cuando dibujamos en un folio figuras geométricas, o diseños basados en figuras geométricas son planos, es decir no tienen volumen real. Pero, que pasaría si recortáramos parte de esas figuras, las dobláramos o pegáramos en cartulinas, pues que adquirirían una nueva dimensión, adquirirían volumen. Repitiendo el mismo patrón podemos crear composiciones artísticas que atraigan al espectador por medio de lo que sale del cuadro, es decir del volumen que se proyecta al exterior.

Si queremos otorgar a nuestra obra de arte movimiento, conviene que los patrones sean formas onduladas, mientras que si queremos otorgar serenidad, continuidad o rectitud, los patrones deberán ser lineales.

    

Fichas de trabajo

Ficha 1	Ficha 2	Foto